martes, 6 de julio de 2010

Apunte de Monquirá

Un valle encerrado en la lejanía del verde profundo, azulado
allá ónde caen fatigados los ecos.
Allá donde las arañas tienden palacios, las ranas festines, los hombres guerras
El oloroso pie de un monte
a muerto
a hierba aromática
A la desilusión obligada
al renacimiento perpetuo
A la vida que requiera de sus diferencias astronómicas
Allá donde nada pasa de lo que pasa
todo ocurre endógenamente
en el útero de un cuento en el mapa
En la snagre dormida de un dedo cortado
en la sangre dormida que sigue siendo sin salir
de los abruptos atardeceres
o por el dia fugaz y su reapertura prematura

Nada deja escapar el suspiro de la noche
donde ya casi no hay noche
y los patios cacarean y las sombras son compañía
En este valle encerrado en la lejanía
Este valle de la contradicción en la que dolorosas conclusiones no se aproximan
sino supuran calientes
como un arespuesta cegada
a todo aquello profundo,
callado.

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