miércoles, 16 de septiembre de 2009

mI cASA 3 ( la casa en el árbol de Mindo, " El Compartir"

Dos guayabos sujetando un sueño infantil,
dos pisos y el desvaán cerrado: la tentación, la manzana en lo alto del tejado a dos aguas que parten el mundo de los títeres y el de los sueños... o quizás los una. En todo caso dormitamos envueltos en nuestras hamacas, meciéndonos en una onírica tropical, atentos a la lógica solar, dónde aves y arañas escudriñan nuestro despertar y observan atentos como preparamos el desayuno en el primer piso, sentados en el tronco que es cimiento o en el columpio que prolonga unos minutos más el lento despertar aéreo de nuestro equilibrio ecuatorial, y compartimos sueños esperando la olla repleta de moras frescas de rocío, los bananos mitad nuestros mitad de las avispas, la banda sonora de cascada constante, que no es más que el caño de ahua viva ininterrumpida que fluye noche y dia, corre para participar de la creación de un lago que nace y crece a diarío entre nenúfares de platos y cucharas, de sartenes y plumas blancas.
Es la casa de nuestros sueños, que parece el juego de naipes de bambú que crujen porque hablan,porque es arquitectura integrada en este espacio de montañas verdes brumosas dónde una bandada de garzas blancas despegan y aterrizan a diario junto al rio, vistiendo de copos las copas de los frutales, un vistazo impresionista en el sendero de vuelta a casa, que esquiva vacas y caballos.
Em muestra casa comos monos que se saben afortunados, sin puertas le llaman " El Compartir", sin ventanas registro cuadros vivientes bañados de la luz profunda, de clorofila saturada.
Vivir una utopía naturalista, por suertes o azares que nos compromete tan sólo a crear jugando con títeres que también se pasean solos y nos volvemos tan creativamente locos que todos los bichos de la selva quieren venir a curiosear.
La casa en el árbol, mejor de lo que pueda describir, mejor de lo que puedan imaginar. Tan bella que quizás sea mejor de lo que la podamos percibir.
Un lujo inesperado a mitad camino.